Reflexiones

Paseo por la vida

Haciendo un paseo por la vida, me doy cuenta que nada es como  deseamos,

Anhelamos lo que no tenemos, y cuando lo tenemos lo ignoramos , echamos de menos aquello que tuvimos a nuestro lado o a nuestro alcance y nunca lo valoramos.

Cuando somos niños, queremos ser adultos

Cuando somos adultos queremos regresar a la infancia.

Cuando estamos solteros , queremos estar casados

Cuando estamos casados queremos divorciarnos

Cuando estamos solos,  queremos compañía

Cuando estamos con compañía queremos estar solos .

Cuando nuestros hijos son pequeños queremos que crezcan

Cuando crecen desearíamos que fueran otra vez niños…

Cuando nuestros hijos crecen y te das cuenta que ha llegado la hora de emanciparse, deseamos que lo haga, que hagan su vida y se marchen a enfrentarse al mundo.

Cuando se marchan, llega a nuestras vidas ese sentimiento de culpabilidad porque se han marchado y ya no podremos protegerles. Es ahí es cuando realmente sentimos lo que es la soledad y el  significado del nido vacío.

Cuando se han ido intentamos conservar su habitación, sus cosas, mantener ese lugar que les corresponde en casa, con la esperanza que un día vuelvan. Pero eso es solo el pensamiento y las fantasías de una madre, cuando piensa con el corazón. Pero cuando analiza y piensa con la cabeza es consciente que es la ley de la vida.

Y que las madres solo fuimos un vehículo para llegar al mundo, y que ellos tienen que volar e ir en busca de su futuro . Pero aunque comprendamos que ese es el orden de las cosas , no nos aleja de la soledad, la tristeza y el vacío que dejan en casa,.  

Pasan los días, los meses y los años y nos encontramos solos en una casa grande, con habitaciones   acondicionadas para cuando ellos quieran y puedan visitarnos…

Los padres NO somos dueños de nuestros hijos, ellos  son dueños de sus vidas, nosotros solo somos un vehículo que los hemos aproximado y acercado  hasta la puerta de su futuro…a partir de ahí van solos, ellos conducen sus vidas y nosotros quedamos atrás.. sin embargo nosotros estamos ahí para cuando ellos buscarnos.

Los hijos tienen sus vidas, sus problemas, como madre pienso que los padres deberíamos intentar cuando nos hacemos mayores darle el menos trabajo posible a los hijos.

No estoy de acuerdo que cuando los padres nos hacemos mayores, pretendamos que los hijos abandonen su vida, su familia, sus trabajos, sus propios problemas por cuidar de nosotros.

Llegados a este, tampoco estoy de acuerdo que los hijos ignoren a sus padres. Los hijos deben estar pendientes, una llamada, un mensaje, un saludo, un cómo estás. Pienso que eso llena y es confortante.

Pueda y seguro que el amor de los hijos a su madre, sufre una variante a los largo de sus vidas. El amor hacía la madre cambia a medida que pasan los años,  Porque no es igual ese amor de un hijo hacia su madre. Cuando es pequeño,  carece  capacidad  para enfrentar obstáculos y realmente necesita de su madre.

Sin embargo para una madre el amor es el mismo, el amor no pierde intensidad porque los hijos crezcan.  Para una madre el amor es firme para siempre.

«Cuando te enfocas en lo que te falta, pierdes lo que tienes»

Una mujer normal, madura con experiencias vividas, Con muchos deseos de compartir contenido importante, real y ameno. Compartir reflexiones de vida, noticias, consejos de salud.