Tendríamos que aprender de los animales
A lo largo de nuestra vida atravesamos por momentos difíciles. Todos hemos tenido que tomar decisiones difíciles y transcendentales. Y si aún no te ha llegado ese momento, ten la seguridad que llegará.
Muchas veces los animales nos dan ejemplo a los humanos.
Hagamos un paralelismo entre el águila y el hombre. El águila es el ave de mayor longevidad que existe, tiene un promedio de 70 años de vida.
Pero cuando llega a los 35 o 40 años de vida tiene que tomar una decisión muy importante “vivir o morir”.
Cuando llega a esa edad, su pico se encorva llegando casi hasta el pecho y sus garras se alargan demasiado, con lo que le es imposible cazar para alimentarse.
Para seguir viviendo tendrá que volar a un nido supremamente alto y empezar un proceso de transformación, que consiste en golpear su pico contra las rocas hasta arrancárselo y esperar a que crezca nuevamente. Y así poder arrancar sus garras una a una y esperar a que nazcan nuevamente.
Este proceso de transformación le lleva aproximadamente 150 días. Después de haber pasado por todo ese sufrimiento y haber terminado ese proceso está preparada para vivir 30 años más y volar mas alto.
El Aguila toma la decisión más dura y dolorosa para seguir viviendo. Pero cuando el proceso ha terminado se da cuenta que valió la pena el sacrificio.
No tengas miedo de tomar decisiones. La vida está llena de sufrimiento e injusticias. Pero muchas veces es necesario pasar por pruebas difíciles para lograr nuestros objetivos.
Si que es verdad que dicen que no debemos tomar decisiones en caliente. Pero tampoco debemos dilatar decisiones que son trascendentales para nuestra vida y para nuestra familia. Hay que ser valientes.